Detrás de la leyenda de Valentín Elizalde, hay secretos fascinantes. Su apodo, “El Gallo de Oro”, no nació en los escenarios, sino en fiestas familiares donde imitaba a un gallo de niño. Antes de la fama, el cantante estudió Administración de Empresas y su debut fue una improvisación casual en Sonora. Tras su trágica partida, la camioneta del atentado fue adquirida por un coleccionista y hoy es una pieza de exhibición.


















