La Secretaría de Salud del estado, encabezada por Omar Gómez Cruz, enfrenta severos cuestionamientos tras revelarse, en el Informe de Salud Pública 2025, que el estado cuenta con apenas 0.4 camas hospitalarias por cada 1,000 habitantes, una proporción muy por debajo del mínimo recomendado por organismos internacionales.
Esta cifra posiciona al estado entre los peores a nivel nacional en capacidad de atención hospitalaria, evidenciando un abandono prolongado en infraestructura médica y recursos críticos. El dato ha generado alarma en la población, que diariamente enfrenta largas esperas, sobrecupo y condiciones indignas en los centros de salud.
“Les falta camillas, muchos pacientes están en sillas”, declaró Candy Díaz, familiar de un paciente internado en el Hospital Gilberto Gómez Maza, dentro de la capital chiapaneca.
El problema no sólo radica en la falta de camas, sino en las consecuencias directas sobre la atención médica. Maite Montejo, madre de Luis Gilberto Montejo, expresó en redes sociales:
“Mi hijo entró simplemente por un dolor de estómago y ahora está postrado en cama por las negligencias médicas”.
El joven falleció días después de dicha publicación.
A pesar del creciente malestar ciudadano y de las condiciones documentadas en diversos centros de salud, el Gobierno del Estado por conducto de la dependencia a cargo, no han emitido una postura oficial al respecto.
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