Han pasado más de nueve años desde que 14 familias del Ejido Puebla, en Chenalhó, fueron desplazadas por un grupo armado. Hoy sobreviven en un campamento en San Cristóbal de Las Casas, denunciando el abandono del gobierno estatal y la falta de voluntad para garantizarles una reubicación digna. Con una medida cautelar vigente desde 2017 y una recomendación de la CNDH, las víctimas exigen diálogo y respeto a sus derechos. “Queremos vivir con dignidad y seguridad”, expresaron, recordando que la violencia les arrebató a sus familiares y su hogar, pero no la esperanza de justicia.

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