Mientras las autoridades mantienen un inquietante silencio, doña Maggie levanta la voz en un desesperado llamado a la justicia. Desde hace quince días, se sumó al Plantón de Madres en Resistencia instalado frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Su objetivo es claro: exigir la inhabilitación de las dos servidoras públicas que, asegura, protegieron y encubrieron el feminicidio de su hija, Paulina, ocurrido en diciembre de 2019. A pesar de que el presunto feminicida fue asesinado en Michoacán, el caso sigue impune y la madre exige sanciones contra los funcionarios que aún laboran en la institución.

FIA.

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