Guillermo Cortés, un talentoso chiapaneco, está conquistando a la Ciudad de México con un espectáculo único: una marioneta que pinta mientras él la manipula con precisión sorprendente. Su presentación se ha vuelto una sensación entre quienes recorren las calles de la capital, donde turistas y locales se detienen a admirar la habilidad del joven y el encanto de su creación. Este performance combina arte, creatividad y tradición, convirtiendo a Guillermo en uno de los artistas urbanos más llamativos del momento.

















