La piñata de barro es el pilar más antiguo de las celebraciones mexicanas, con raíces que se remontan a las ofrendas de ollas decoradas para el dios Huitzilopochtli. Antiguamente rellenas de caña, tejocote y monedas, estas piezas artesanales ofrecen una experiencia nostálgica, aunque requieren precaución por la fragilidad de sus materiales. Descubre cómo esta costumbre, que tuvo su auge hasta los años 80, sigue latiendo en los talleres tradicionales de México.