Un joven de 19 años en el Reino Unido fue sentenciado a tres años de prisión por un insólito intento de robo: fingió tener una discapacidad, usando una silla de ruedas para intentar sustraer cajas de cerveza. Al ser descubierto por el personal, el ladrón se levantó y agredió violentamente a un guardia de seguridad.


















