Una escena insólita se vivió en una tienda de armas de Georgia: una joven de 20 años intentó robar una pistola, huyendo con ella descargada. La rápida reacción del empleado desató una persecución. El trabajador tacleó a la ladrona, la desarmó y la inmovilizó con bridas plásticas hasta que llegó la policía. La mujer, conocida en la zona, enfrenta ahora un cargo grave por robo.


















