El mundo del automovilismo se despertó este lunes con una noticia que traspasó los límites de la pista y conmovió a millones de seguidores: Roscoe, el amado bulldog inglés de Lewis Hamilton, ha fallecido. El siete veces campeón mundial de Fórmula 1 y actual piloto de Ferrari, compartió a través de su cuenta de Instagram el dolor de haber tomado una “decisión muy difícil” debido al deterioro de la salud de su mascota.
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Roscoe no era un perro más; era un verdadero ícono de la F1 que acompañó al piloto británico durante más de una década en los paddocks, podios y en los momentos más personales de su vida.
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La difícil decisión y el adiós de Lewis Hamilton a Roscoe
La muerte de Roscoe ocurrió la noche del domingo 28 de septiembre, luego de pasar cuatro días bajo soporte vital. En un emotivo y desgarrador mensaje en redes sociales, Lewis Hamilton detalló que la avanzada edad y el estado de salud de su “mejor amigo” lo obligaron a tomar la “decisión más difícil de su vida”.
“Traer a Roscoe a mi vida fue la mejor decisión que tomé, y siempre atesoraré los recuerdos que creamos juntos”, escribió el piloto. Con una honestidad, Hamilton confesó nunca antes haber tenido que pasar por el doloroso acto de sacrificar a un perro, una experiencia que calificó como “una de las más dolorosas”. El piloto expresó su profunda conexión y empatía con todas las personas que han enfrentado la pérdida de una mascota querida.
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Roscoe murió en los brazos de su dueño, un detalle que el piloto atesorará al recordar a su mascota como “un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo”.
Roscoe, un ícono reconocido en la F1
Roscoe trascendió el rol de una simple mascota para convertirse en una verdadera celebridad de la F1. Su reconocimiento era global, no solo por ser el fiel compañero del piloto más laureado de la parrilla, sino por su propia personalidad y presencia mediática.
El bulldog contaba con su propia y popular cuenta de Instagram con miles de seguidores, donde se compartían momentos de su vida junto a Hamilton. Era una imagen habitual verlo en los pits y el paddock de los Grandes Premios, a menudo con sus característicos lentes de sol, convirtiéndose en parte del ritual previo a cada carrera.
Lewis Hamilton concluyó su mensaje agradeciendo el inmenso amor que Roscoe recibió a lo largo de los años por parte del público: “Ha sido muy especial presenciarlo y sentirlo”. La leyenda del motorsport ahora afronta la difícil tarea de continuar su carrera sin su más leal compañero a su lado.
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