El exmariscal Tom Brady sorprendió al revelar que su perrita, Junie, es en realidad la clonación genética de su mascota fallecida, Lua. El procedimiento, que costó unos cincuenta mil dólares, fue realizado por una empresa de la cual Brady es inversionista. La noticia ha abierto un fuerte debate ético en redes: ¿es correcto clonar un animal? Brady afirma que Junie trajo alegría, pero admite que no se pueden clonar el alma ni los recuerdos de su antigua compañera.


















