El Gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar quiso darse un baño de pueblo y se dio un baño de realidad.

Lo que para él era un simple paseo en bici, es el día a día de miles de tuxtlecos que se mueven en las calles a diario.

Sólo que al “Mr. Bean” de la política chiapaneca se le olvidaron varios detalles:

El casco no es opcional, menos cuando todos en su pelotón si lo traen, pero esperate… ¿Cómo vamos a arruinarle el “pelotón” de su peinado ?

Miren, el casco no se lo arruinó pero la lluvia sí y además, terminó por ponérselo… ¡Si el miedo no anda en burro!.

A todo hay que sumarle que las calles terminaron inundadas, se subió a la banqueta, salpicaron a los que esperaban su camión. Y además le recordaron a sus raíces más entrañables.

El viaje de la triste realidad de los tuxtlecos

Todos tenemos días malos, pero imagínense ese día llegando a su casa como perrito mojado pensando que lo que comenzó como un paseo terminó siendo un viaje por la realidad del “no hay de otra”.

  • Gente que se mueve en bicicleta… “No hay de otra”.
  • Ser salpicado mientras esperas el camión… “No hay de otra”.
  • Transitar por calles inundadas en la primer lluvia… “No hay de otra”.

Ojalá que en su recorrido se haya dado cuenta de la basura y el mal estado de las calles…

El gober siempre busca cercanía, pero en su realidad alterna

Recordemos que no es la primera vez que el gober busca acercarse a la ciudadanía, pero nada más no encaja. Si no se baja disque a ayudar a la gente, se sube a un camión haciendo bromas que nadie entiende.

Quizás el Gobernador Eduardo Ramírez Aguilar, la próxima vez que salga a darle a la bicicleta pida salir a pasear en su realidad alterna.

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