Un niño de 9 años fue atropellado y arrastrado por un automóvil en Paraná, Brasil, mientras iba en bicicleta. El conductor se fugó y fue detenido horas después: no tenía licencia y presentaba signos de ebriedad. El menor sufrió graves lesiones y quemaduras. La policía actuó rápido gracias a los testigos que identificaron al responsable del atropello con fuga.