En el corazón de Tabasco, una familia de panaderos emprendedores ha decidido que para un buen café se necesita un pan a la medida: ¡enorme! Rompiendo con los moldes tradicionales, han creado una concha gigante de 500 gramos y un impresionante platanito de pan que pesa 3 kilos. A pesar del reto técnico que implica hornear piezas de tal magnitud y peso, estos artesanos ofrecen sabores de mantequilla y chocolate, demostrando que el ingenio tabasqueño no tiene límites cuando se trata de tradición y sabor.