Un labrador de 64 kg sobrevivió milagrosamente a ser atropellado por un automóvil, y la razón es insólita: su abundante grasa corporal funcionó como un amortiguador que lo protegió del impacto. El perrito, llamado Yuan Yuan, no sufrió fracturas y está fuera de peligro. El veterinario aseguró entre risas que el exceso de kilos le salvó la vida, pero ¡necesita adelgazar urgentemente!