Desde las fértiles tierras de Ixtapa, Chiapas, Ramiro cultiva con esfuerzo y pasión productos como maíz, frijol, calabaza y chayote. Cada madrugada, antes de que salga el sol, inicia su jornada para llevar a Tuxtla Gutiérrez y otros municipios lo mejor de su cosecha. Con tres meses recorriendo rutas de venta, enfrenta el alto costo de la gasolina y las largas jornadas, pero mantiene viva su vocación agrícola. Ramiro representa el orgullo del campo chiapaneco y el valor del trabajo honesto.
REYNALDO ESQUINCA