Mónica Grajales, madre de tres, vive en Tuxtla Gutiérrez. Desde que Nico fue diagnosticado con una secuela neurológica, su maternidad se transformó en un acto de reinvención. Aprendió a sanar, a abrazar lo distinto y a criar con amor profundo. Su historia inspira y recuerda que, aunque la maternidad no siempre es como se espera, el amor de una madre lo puede todo.

JACQUELINE VELASCO

Para esta y más información, síguenos en nuestras redes sociales como en Facebook: TV Azteca Chiapas, vía X: @TVAztecaChiapas, Instagram: @tvaztechiapasy TikTok: @tvaztecachiapas