El que antes fuera considerado antes como paraíso turístico de Tulum, en Quintana Roo, se encuentra sumido en su peor crisis turística, dejando de ser un destino favorito tanto para visitantes nacionales como extranjeros. La combinación letal de violencia creciente, una percepción de militarización (con el control militar de accesos a playas públicas como el del Parque del Jaguar) y precios desmedidos en hotelería, restaurantes y ahora entradas, ha vaciado sus calles. Líderes del sector, como Rufino Hernández y Víctor Espinosa, confirman que los excesivos cobros, la obstrucción del paisaje por 7 km de construcciones y los malos tratos han dado mala fama al destino.
FIA.
¡ÚNETE A NUESTRO CANAL DE DIFUSIÓN DE WHATSAPP Y ENTÉRATE DE LA INFORMACIÓN AL MOMENTO! CLIC AQUÍ