Con la próxima llegada de la Nochebuena, los pasillos del Mercado de los Ancianos en Tuxtla Gutiérrez han cobrado vida entre colores y fe. Las familias chiapanecas han intensificado la búsqueda de la ropa ideal para vestir al Niño Dios antes de acostarlo en el nacimiento, encontrando este año una oferta que prioriza el respeto a lo sagrado y el orgullo regional. Locatarios reportan un repunte en las ventas, destacando que, aunque existen novedades como las figuras gigantes de 80 centímetros, la preferencia sigue inclinándose hacia lo tradicional y lo representativo de Chiapas, como el emblemático traje de Parachico.
Reynaldo Esquinca.
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