En Brasil, una mujer de 28 años logró escapar de un secuestro y abuso a manos de su expareja. Tras horas retenida en un vehículo bajo amenazas con un arma blanca, aprovechó un descuido en una estación de servicio para correr directo hacia un patrullero que estaba en el lugar. La rápida reacción policial permitió detener al agresor, quien ahora enfrenta cargos por secuestro, violación y amenazas. Un escape dramático que muestra cómo una decisión de segundos puede salvar una vida.