La temporada decembrina ha llegado y con ella el eterno dilema de qué servir en la mesa para la cena de Nochebuena. Si bien el pavo y la pierna adobada son clásicos universales, las familias que buscan un toque de calidez y herencia cultural están volteando la mirada hacia el sur de México. La gastronomía de Chiapas, reconocida por su fusión de ingredientes prehispánicos y coloniales, ofrece una alternativa vibrante y deliciosa para salir de la rutina culinaria este 24 de diciembre.
¡ÚNETE A NUESTRO CANAL DE DIFUSIÓN DE WHATSAPP Y ENTÉRATE DE LA INFORMACIÓN AL MOMENTO! CLIC AQUÍ
Te puede interesar: Las 50 mejores frases navideñas para un feliz Navidad: Mensajes cortos y emotivos que harán llorar a tus seres queridos.
El cochito horneado: ¡El rey de la fiesta!
Para quienes desean un plato fuerte que robe el aliento a los comensales, el cochito horneado se posiciona como la opción predilecta en los hogares chiapanecos. Este platillo no es simplemente carne de cerdo; es una experiencia aromática que inunda la cocina gracias a su recado especial a base de especias, chiles secos y hierbas locales.
La magia de este guiso radica en su cocción lenta, idealmente en horno de leña, lo que permite que la carne se desprenda del hueso con suavidad y se impregne de un color rojizo característico. Servir un buen cochito en la mesa navideña, acompañado de su respectivo caldo para "bañar" la carne, garantiza un éxito rotundo y ofrece un descanso del tradicional pavo seco que a menudo sobra en las fiestas.
Lee también: Tarjetas de Navidad: Ideas creativas y frases emotivas.
La tradición del maíz: Tamales que unen familias
Ninguna celebración en Chiapas está completa sin la presencia del maíz, y para la cena navideña, los tamales son los acompañantes indiscutibles que desplazan a las guarniciones comerciales. En lugar del puré de papa instantáneo, la sugerencia para esta temporada es incorporar el auténtico tamal de bola o el delicado tamal de chipilín.
El tamal de bola, con su distintiva forma redondeada y su relleno de carne de cerdo con especias, funciona casi como un plato fuerte por sí mismo, mientras que el tamal de chipilín, a menudo acompañado de queso y salsa de tomate, aporta un sabor herbal y fresco que equilibra la pesadez de las carnes rojas. Integrar estos elementos en tu menú no solo enriquece el paladar, sino que invita a los comensales a redescubrir la diversidad de la cocina del sureste mexicano.
No te pierdas: El Pueblo Mágico de Chiapas más bonito para pasar Navidad según la IA.
Un cierre dulce y nostálgico: ¡El mejor postre chiapaneco!
Para finalizar la velada con broche de oro, la tradición chiapaneca se aleja de los postres industriales y abraza lo artesanal. Una excelente manera de cerrar la cena es ofreciendo una taza de mistela de frutas de la región, como nanche o jocote, bebidas que aportan el toque festivo y digestivo necesario tras un banquete abundante.
Asimismo, el pan dulce tradicional, como el marquesote o las rosquillas, acompañados de un chocolate caliente batido con molinillo, crean esa atmósfera de hogar y nostalgia que define el espíritu de la Navidad. Apostar por estos sabores locales no solo garantiza una cena deliciosa, sino que transforma la Nochebuena en un homenaje a las raíces y a la riqueza cultural de Chiapas.
