La leyenda oculta de Chiapa de Corzo: Duendes y aluxes habitan la ceiba sagrada “La Pochota”

Conoce la mágica leyenda de los duendes en Chiapa de Corzo. Vecinos y turistas relatan cómo pequeños seres emergen de la histórica ceiba “La Pochota”.

Duendes Chiapa de Corzo
Compartir nota

Más allá de su arquitectura colonial y su rica herencia cultural, Chiapa de Corzo alberga un misterio que desafía el tiempo: la presencia de pequeños seres mágicos, conocidos como duendes o aluxes, que, según la tradición, habitan la emblemática ceiba de la plaza principal, conocida como La Pochota.

¡ÚNETE A NUESTRO CANAL DE DIFUSIÓN DE WHATSAPP Y ENTÉRATE DE LA INFORMACIÓN AL MOMENTO! CLIC AQUÍ

Vecinos y turistas de este Pueblo Mágico relatan que, al caer la noche, la gigantesca y centenaria ceiba, símbolo viviente del pueblo chiapaneco, se convierte en el escenario de apariciones fugaces, un fenómeno que mantiene viva la mitología maya en el corazón de Chiapas.

Te puede interesar: ¡Nunca nades aquí o podrías morir! La “niña del cántaro” te arrastra a las profundidades de la “Laguna Encantada” de Chiapas.

A esta hora salen los duendes de La Pochota de Chiapa de Corzo

La leyenda local sostiene que cuando la majestuosa Pochota se inclina para “descansar” durante la noche, diminutos seres emergen de su tronco y raíces. Descritos como enanitos del tamaño de la rodilla de un humano, estos duendecillos recorren la plaza con propósitos mágicos.

Testimonios recabados a lo largo de los años narran que su actividad principal es el juego entre los portales y la realización de tareas esenciales, como cargar agua en la histórica fuente colonial conocida como la “Pila Grande”. La creencia añade un toque de magia a la vida cotidiana: al amanecer, con la ceiba de nuevo erguida, los seres desaparecen.

Lee también: Conoce La Pila, la fuente de los deseos en Chiapas.

Estas narraciones no son recientes. Se reavivan con antiguas crónicas que datan de la construcción de la fuente colonial, donde el flujo de agua se detuvo inexplicablemente. Según la leyenda, fueron estos “duendecillos” quienes bajaron hasta el río y regresaron con el líquido, restableciendo el suministro de forma milagrosa.

Ya sea que se les llame duendes europeos o aluxes mayas (guardianes de la naturaleza en la cosmovisión prehispánica), su historia en la imaginación colectiva, la tradición oral y la cultura local asegura que el vínculo con tiempos ancestrales y costumbres mágicas continúe resonando para visitantes y nuevas generaciones.

No te pierdas: Leyenda de la Tisigua: La tenebrosa mujer de fuego del río Sabinal, Chiapas.

La misteriosa leyenda de la iglesia de San Juan Chamula, Chiapas

Contenido relacionado