Naomi era una niña sana, feliz y activa, hasta que, a los 13 años, comenzó con síntomas como pérdida de equilibrio, dolor intenso de cabeza y convulsiones, después de varios meses, le diagnosticaron un tumor cerebral. Tras someterse a cirugías para extirparlo y contrarrestar sus consecuencias, le dieron de alta en estado vegetativo persistente y, contra todo pronóstico, está saliendo adelante.
Con información de Alejandra Orozco Ardines.
Te puede interesar: Daños de limpiar los oídos con hisopos: ¿Cómo mantener una higiene auditiva?

















